La Cámara de Diputados se prepara para corregir una controvertida disposición incluida por el Senado en la recién aprobada reforma a la Ley de Amparo, que otorgaba un carácter retroactivo a la nueva legislación. Esta decisión surge ante un amplio rechazo y advertencias de inconstitucionalidad por parte de diversos actores políticos y expertos jurídicos, incluyendo a la presidenta Claudia Sheinbaum y al coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia, Arturo Zaldívar. El debate, que ha captado la atención nacional, busca salvaguardar el principio fundamental de no retroactividad de las leyes, garantizando así la seguridad jurídica de los ciudadanos.
El pasado 2 de octubre de 2025, el Senado de la República aprobó con los votos de Morena y sus aliados (PT y PVEM) una reforma a la Ley de Amparo que, a través de un artículo transitorio propuesto por el senador morenista Manuel Huerta, establecía la aplicación retroactiva de sus disposiciones. Esta adición, que no figuraba en la iniciativa presidencial original ni en el dictamen de las comisiones, generó de inmediato una fuerte polémica. La oposición, conformada por senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, denunció que la medida violentaba el Artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual prohíbe explícitamente dar efecto retroactivo a ninguna ley en perjuicio de persona alguna. Esta reforma implicaría que juicios de amparo ya en trámite tendrían que resolverse bajo la nueva normativa, lo que podría impactar a cientos de miles de casos.
Ante la escalada de la controversia, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se posicionó enfáticamente el 3 de octubre de 2025, calificando la retroactividad como “innecesaria” y subrayando la imperante necesidad de respetar la Constitución. En la misma línea, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, exministro de la SCJN y actual coordinador general de Política y Gobierno, hizo un llamado a los legisladores para ajustar la redacción del transitorio. Zaldívar argumentó que el precepto actual carece de la suficiente claridad y genera un debate innecesario, así como preocupaciones legítimas. Sus sugerencias apuntan a clarificar que la Ley de Amparo es una ley procesal, que las etapas procesales concluidas generan derechos adquiridos regidos por las normas vigentes al momento de su actuación, y que las actuaciones posteriores a la entrada en vigor de la reforma se regirán por las nuevas disposiciones, sin que ello implique aplicación retroactiva ni afectación a derechos adquiridos.
En la Cámara de Diputados, el líder de la mayoría de Morena, Ricardo Monreal Ávila, anticipó que la minuta será sometida a una revisión exhaustiva. Monreal Ávila reconoció que la retroactividad no puede ser eliminada de una ley secundaria sin modificar la Constitución, enfatizando la vigencia del Artículo 14 constitucional. Kenia López Rabadán, presidenta de la Cámara de Diputados (PAN), aseguró que no habrá un proceso de “fast track” y que se abrirá un amplio debate con parlamento abierto, garantizando un respeto absoluto a los procesos legislativos. Se espera que la minuta sea turnada a comisiones, como la de Justicia, para su análisis y dictaminación, con el pleno camaral sesionando hasta el martes 7 de octubre para abordar este crucial tema.
La propuesta original de la reforma ya había sido objeto de polémica por diversas razones, pero la introducción de este artículo transitorio en el Senado elevó significativamente las preocupaciones de expertos y juristas. La eliminación de las suspensiones provisionales, una figura que protege a los particulares de daños irreparables por actos de autoridad, también ha sido un punto de fuerte crítica. Los legisladores tienen ahora la responsabilidad de enmendar esta “pifia” legislativa, dando congruencia a la ley con la Carta Magna y garantizando que la protección constitucional del amparo no se vea menoscabada. La ciudadanía y la comunidad jurídica esperan que la Cámara Baja actúe con responsabilidad, priorizando la Constitución y la certeza jurídica por encima de cualquier otro interés.
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