La NFL ha confirmado oficialmente su esperado regreso a México para la temporada 2026, marcando un hito significativo en la relación entre la liga de fútbol americano y su apasionada afición mexicana. El comisionado Roger Goodell fue el encargado de anunciar la noticia, durante una conferencia en Londres, enmarcando este retorno como una pieza clave dentro de la ambiciosa estrategia de expansión internacional de la liga. Tras una ausencia de cuatro años, generada por las remodelaciones del icónico Estadio Azteca de cara a la Copa Mundial de la FIFA 2026, la Ciudad de México se prepara una vez más para albergar un emocionante partido de temporada regular, reafirmando su estatus como un mercado prioritario para el deporte más popular de Estados Unidos.
La pausa en la celebración de juegos de la NFL en territorio mexicano desde 2022 se debió exclusivamente a las necesarias obras de modernización que transforman el Coloso de Santa Úrsula. Estas remodelaciones, cruciales para que el estadio cumpla con los estándares para el Mundial de fútbol, se prevé que concluyan en marzo de 2026, justo a tiempo para recibir nuevamente a la National Football League. La última vez que los emparrillados de la NFL pisaron suelo mexicano fue en noviembre de 2022, cuando los San Francisco 49ers se impusieron 38-10 a los Arizona Cardinals, en un encuentro que demostró la inmensa capacidad de convocatoria y el fervor de los seguidores en el país latinoamericano. La confirmación del regreso en 2026, post-Mundial, disipa cualquier duda sobre el compromiso a largo plazo de la liga con esta plaza fundamental.
El anuncio de Goodell no solo se centró en México, sino que también destacó la visión global de la NFL. En la actual temporada de 2025, la liga ha programado un récord de siete partidos fuera de Estados Unidos, distribuidos en diversas ciudades de Europa y São Paulo, Brasil, evidenciando un esfuerzo coordinado por llevar el fútbol americano a nuevas audiencias. Mirando hacia el futuro, el comisionado adelantó que Australia será otra de las sedes internacionales que acogerá un partido oficial en 2026, y que Asia también está en la mira como un mercado con enorme potencial. Esta estrategia de llevar la NFL a distintos continentes subraya la importancia de México no solo como un destino, sino como un precedente exitoso para la internacionalización del deporte.
La relación entre la NFL y México tiene raíces profundas e históricas. Fue precisamente en el Estadio Azteca donde se disputó el primer partido de temporada regular de la liga fuera de los Estados Unidos, en 2005, un enfrentamiento entre los Arizona Cardinals y los San Francisco 49ers que congregó a más de 100 mil espectadores, estableciendo un récord de asistencia que marcó un antes y un después. Desde entonces, la afición mexicana ha demostrado una lealtad inquebrantable y un conocimiento profundo del juego, consolidándose como una de las bases de fans más sólidas y apasionadas a nivel mundial. Este contexto histórico refuerza la decisión de la liga de priorizar el retorno a esta plaza estratégica.
Aunque la fecha exacta y los equipos que protagonizarán el partido de 2026 aún no han sido revelados, se espera que el anuncio se realice en los próximos meses, cuando la NFL dé a conocer el calendario completo de la temporada. Tradicionalmente, los juegos en México se han celebrado entre los meses de octubre y noviembre, un periodo que probablemente se mantenga. La expectación es máxima, con rumores y esperanzas de ver a franquicias con gran arraigo en México, como los Dallas Cowboys, quienes han expresado públicamente su interés en jugar nuevamente ante sus miles de seguidores en el país. El regreso no solo es una celebración para los fans, sino también un testimonio del valor que la NFL otorga a su expansión más allá de sus fronteras tradicionales.
El retorno de la NFL a México en 2026 representa mucho más que un simple partido de fútbol americano; es una declaración de intenciones por parte de la liga para fortalecer sus lazos globales y capitalizar la energía de mercados internacionales. Para la afición mexicana, significa la continuidad de una tradición, la oportunidad de vibrar nuevamente con la emoción de la temporada regular y de ser parte de la visión de una liga verdaderamente global. Este evento no solo dinamizará la economía local y el turismo deportivo, sino que consolidará la posición de México como un anfitrión de clase mundial para los eventos deportivos de mayor envergadura, reafirmando que el fútbol americano tiene un hogar vibrante y apasionado al sur de la frontera.
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