El Gobierno de la Ciudad de México anunció que en los próximos días implementará una nueva estrategia para contener el ambulantaje en el Centro Histórico, con el objetivo de ordenar la actividad comercial en vía pública y preservar el patrimonio urbano. La jefa de gobierno, Clara Brugada, reconoció la dimensión del reto: el crecimiento sostenido del comercio informal afecta tanto la movilidad como la imagen de uno de los puntos más emblemáticos de la capital.
Las autoridades capitalinas señalaron que el operativo consistirá en mayores inspecciones, reordenamiento de espacios y diálogo con líderes de vendedores informales, buscando acuerdos que permitan regular la presencia de puestos en zonas estratégicas como el Zócalo, calles peatonales, plazas y corredores turísticos. El secretario de Gobierno, César Cravioto, informó que se fortalecerán los equipos de vigilancia y mediación, además de crear nuevos espacios alternativos donde los comerciantes puedan reubicarse sin afectar el tránsito de peatones y residentes.
Una parte central de la estrategia será el despliegue de brigadas interinstitucionales integradas por autoridades de comercio, seguridad y patrimonio, quienes coordinarán el registro, la supervisión y la eventual remoción de puestos que incumplan con las reglas establecidas. Las acciones incluyen también campañas informativas sobre derechos y obligaciones de los ambulantes, así como incentivos para formalizar la actividad y acceder a programas sociales o microcréditos.
La administración capitalina subraya que el propósito no es desaparecer el ambulantaje, sino regularlo y proteger el entorno histórico, garantizando la convivencia entre comercio tradicional, turismo y habitantes del Centro Histórico. Se buscará evitar enfrentamientos y asegurar que las medidas sean graduales y respetuosas, priorizando el diálogo y la inclusión social. El reordenamiento implicará la modificación de horarios, la redistribución de áreas permitidas y la identificación de comerciantes con gafetes oficiales, lo que dará mayor certidumbre tanto al sector informal como al conjunto de la ciudadanía.
Este plan responde a una demanda histórica de vecinos, empresarios y organizaciones culturales, que han señalado el ambulantaje desmedido como factor de saturación, inseguridad y deterioro de la imagen urbana. El gobierno aseguró que la estrategia será evaluada de manera continua y se ajustará conforme a los resultados obtenidos, en busca de un Centro Histórico más ordenado, accesible y seguro para todos.
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