El presidente Donald Trump anunció sus intenciones de emprender una demanda contra Jerome Powell, actual presidente de la Reserva Federal (Fed), acusándolo de afectar las políticas monetarias estadounidenses. La controversia surge en el contexto de la gestión de Powell sobre las tasas de interés, un tema crítico para la economía de Estados Unidos. Trump ha manifestado en recientes publicaciones que el liderazgo de Powell ha sido obstinado por no aplicar recortes significativos en las tasas, lo cual considera esencial para favorecer el crecimiento económico.
Esta situación se desarrolla en medio de una desaceleración económica reflejada en el informe laboral de julio de 2025, que mostró la creación de solo 73,000 empleos, una cifra mucho menor a la esperada. Trump responsabiliza a Powell por mantener las tasas en niveles que, según su criterio, no estimulan suficientemente la economía. Además, el presidente ha criticado duramente las renovaciones millonarias en las instalaciones de la Fed, cuestionando la gestión de fondos que forman parte de la administración de Powell. A raíz de estas tensiones, Trump sugirió que la junta de gobernadores, órgano encargado de supervisar la Fed, debería intervenir para tomar control y aplicar recortes de tasas más agresivos.
En detalle, Trump pide una reducción de la tasa de referencia en 3 puntos porcentuales desde el promedio actual de 4.33%, una medida que busca abaratar el costo del financiamiento para consumidores y el gobierno federal. Sin embargo, expertos de la Fed advierten que recortes tan agresivos podrían generar un exceso de dinero en circulación, acelerando la inflación que actualmente ronda un 2.6%, ligeramente superior al objetivo del 2% establecido por el banco central. Este debate refleja la complejidad de equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad de precios.
La disputa legal que planea Trump toma en cuenta un fallo reciente de la Corte Suprema que limitó su capacidad para destituir a Powell por diferencias en las políticas monetarias. En respuesta, la Casa Blanca ha explorado otras vías, incluyendo investigaciones por posibles causas relacionadas con los sobrecostos en proyectos de renovación por 2.5 mil millones de dólares en la Fed, lo cual podría justificar acciones legales contra Powell en función de una supuesta mala administración.
El mandato de Powell como presidente de la Fed concluirá en mayo de 2026, momento en el que Trump tendría la posibilidad de nombrar a un sucesor favorito, sujeto a la aprobación del Senado. Mientras tanto, esta pugna entre el presidente y el actual mandatario del banco central mantiene en alerta a los mercados y a los analistas económicos, por sus posibles implicaciones en la estabilidad financiera y las políticas monetarias futuras de Estados Unidos.
Este enfrentamiento pone en evidencia la sensibilidad que tienen las decisiones sobre las tasas de interés en una economía globalizada y cómo estas pueden ser objeto de controversias políticas intensas que trascienden las funciones técnicas del banco central. La insistencia de Trump por una mayor intervención y cambio en la conducción de la Fed sugiere que este conflicto puede prolongarse, afectando la dinámica económica y la percepción internacional sobre la estabilidad económica estadounidense.
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