CEPAL: Inversión extranjera en México creció casi 48% en 2024

La inversión extranjera en México registró un crecimiento notable de casi el 48% durante el año 2024, según el informe anual presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este aumento significativo se enmarca dentro del contexto regional, donde América Latina y el Caribe reportaron una subida del 7,1% en la inversión extranjera directa (IED), alcanzando un total de 188.962 millones de dólares. Este fenómeno resalta la creciente confianza de inversionistas internacionales en el mercado mexicano y su importancia para la economía regional y global.

México destacó en 2024 como uno de los principales receptores de IED, con un incremento del 47,9%, posición que lo ubica como el segundo país con mayor captación en la región, solo detrás de Brasil que tuvo un aumento del 13,8%. Este crecimiento representa aproximadamente el 24% del total regional, consolidando a México como un destino predilecto para capitales extranjeros. La CEPAL señaló que este aumento está impulsado principalmente por la reinversión de utilidades operativas de empresas transnacionales ya establecidas en el país, mientras que la entrada de nuevas inversiones permanece relativamente estancada, reflejando un menor interés por parte de nuevos actores extranjeros para establecer operaciones desde cero.

Este impulso en México se suma al buen desempeño observado en el Caribe y Centroamérica, que también experimentaron incrementos en la llegada de capital extranjero. En contraste, varios países de América del Sur presentaron resultados dispares, con algunas naciones registrando caídas en la IED recibida, según el reporte oficial. En términos sectoriales, México mostró un aumento notable en inversiones destinadas a manufactura —que comprende cerca del 44% de la IED proveniente de Estados Unidos, el principal inversionista en América Latina— y servicios financieros, sectores clave para la generación de empleo y desarrollo tecnológico en el país.

Además, la CEPAL destaca un cambio importante en la composición de la inversión extranjera: mientras la reinversión de utilidades creció de forma considerable, representando la mayoría de los flujos, las aportaciones de nuevo capital disminuyeron significativamente. Esto plantea un desafío para México y la región en relación con atraer nuevas empresas y diversificar la base de inversión extranjera, esenciales para impulsar un desarrollo productivo más sustentable, inclusivo y competitivo. Estados Unidos se mantuvo como el mayor origen de capital para México, seguido de una participación más baja pero significativa de la Unión Europea y otras regiones.

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