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Cámara de Representantes aprueba impuesto de 3.5% a remesas

Un golpe al bolsillo migrante: la medida avanza y enciende la polémica

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, en una votación cerrada, un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas desde ese país, como parte del paquete fiscal impulsado por el presidente Donald Trump. La medida, que aún debe ser ratificada por el Senado antes del 30 de septiembre, ha generado alarma entre la comunidad migrante y el gobierno mexicano, que han manifestado su rechazo y preocupación por el impacto económico y social que podría tener en millones de familias.

El gravamen, originalmente propuesto en 5% pero reducido tras intensas negociaciones, aplicará a todas las transferencias enviadas por personas que no puedan acreditar ciudadanía estadounidense ni residencia permanente (“green card”). Migrantes con visas temporales también quedarían sujetos al cobro, mientras que ciudadanos naturalizados y residentes permanentes estarán exentos. El Servicio de Impuestos Internos (IRS) deberá definir las reglas de aplicación en los próximos 90 días.

El objetivo declarado de la medida es recaudar hasta 12 mil millones de dólares anuales, recursos que serían destinados a la construcción de más barreras fronterizas y al fortalecimiento de la vigilancia migratoria. Para los migrantes, esto significa un costo adicional de 35 dólares por cada mil enviados a sus familias, lo que podría afectar el flujo de remesas que en 2024 superó los 64 mil millones de dólares solo hacia México.

La presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó de inmediato tras la aprobación del impuesto, calificándolo como “una injusticia” y una acción “discriminatoria” que afectaría directamente a los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Sheinbaum reconoció que la reducción del impuesto del 5% al 3.5% es resultado del trabajo diplomático realizado por México, especialmente por el embajador Esteban Moctezuma Barragán, pero subrayó que el objetivo es que no exista ningún impuesto a las remesas. “Vamos a seguir trabajando para que no haya ninguno”, aseguró la mandataria, quien además pidió a los migrantes mantenerse informados y unidos ante la medida.

Expertos advierten que el impuesto podría empujar a los migrantes a buscar vías informales para enviar dinero, lo que aumentaría el riesgo de fraudes y reduciría la transparencia financiera. Además, organizaciones civiles señalan que la medida golpea directamente a las familias más vulnerables y podría tener efectos negativos en la economía mexicana y en la relación bilateral.

La aprobación en la Cámara de Representantes es vista como una victoria política para Trump y los republicanos, que buscan endurecer su política antimigratoria y financiar la militarización de la frontera. Sin embargo, la batalla no está cerrada: el Senado tendrá la última palabra en una discusión que promete ser intensa y con repercusiones a ambos lados de la frontera.

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