La administración Trump ha anunciado una medida temporal que exime de aranceles a las importaciones que cumplan con las reglas del T-MEC. Esta decisión surge en medio de tensiones comerciales y negociaciones en curso entre los países miembros del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La Casa Blanca informó que las importaciones de automóviles desde Canadá y México quedarán exentas de aranceles durante un mes, según lo anunciado por la portavoz Karoline Leavitt. Esta medida busca evitar desventajas económicas para las empresas que operan bajo el marco del T-MEC. Además, se indicó que el presidente Donald Trump está abierto a considerar exenciones arancelarias adicionales.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, señaló que Trump redefinirá el arancel aplicado a México y Canadá en «términos del T-MEC» y no en función de la tasa. Esta declaración sugiere un enfoque más flexible en la aplicación de los aranceles, considerando las particularidades del acuerdo comercial trilateral.
La decisión de Trump se produce tras conversaciones con los líderes de las principales empresas automotrices estadounidenses. Se llevaron a cabo reuniones con los directores ejecutivos de General Motors, Ford y el presidente de Stellantis para discutir la posibilidad de retrasar 30 días los aranceles a los vehículos fabricados en Norteamérica. Estas empresas han expresado su disposición a aumentar las inversiones en la producción automotriz en Estados Unidos a cambio de certeza en las políticas arancelarias y ambientales.
Es importante destacar que la cadena de suministro automotriz de América del Norte está altamente integrada, con piezas que cruzan las fronteras en varias etapas de fabricación. Esta integración podría exponer a las compañías automotrices a múltiples aranceles si no se implementan medidas de alivio. La exención temporal busca dar tiempo a las empresas para adaptarse y negociar términos más favorables.
La medida de exención por un mes se aplicará específicamente a los «tres grandes» fabricantes de automóviles con sede en Estados Unidos: General Motors, Ford y Stellantis. Sin embargo, esta decisión podría afectar a fabricantes de automóviles extranjeros que han optado por pagar el arancel del 2.5% para exportar vehículos desde México a Estados Unidos en lugar de cumplir con las normas de libre comercio de América del Norte.
Mientras tanto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha anunciado que el país buscará acercamientos con Canadá y otros países ante la posible imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos. Esta estrategia refleja la preocupación por el impacto potencial de las medidas arancelarias en la economía mexicana y la búsqueda de alternativas para mitigar sus efectos.
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