El mundo del cine se encuentra conmocionado tras el hallazgo de los cuerpos sin vida del legendario actor Gene Hackman, de 95 años, y su esposa Betsy Arakawa, de 63, en su residencia de Nuevo México. Lo que inicialmente parecía ser un fallecimiento por causas naturales debido a la avanzada edad del intérprete, ha dado un giro inesperado al descubrirse que junto a los cuerpos de la pareja también se encontraba el cadáver de su mascota.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de estas muertes, aunque por el momento se ha confirmado que ninguno de los cuerpos presenta signos de violencia. Adan Mendoza, sheriff del condado de Santa Fe, ha declarado que «no existe un peligro inmediato para nadie», lo que sugiere que podría tratarse de un trágico accidente o una situación ajena a la intervención de terceros.
Hackman, ganador de dos premios Óscar por sus actuaciones en «The French Connection» y «Sin perdón», se había retirado de la actuación en 2004 para dedicarse a la escritura y la pintura, llevando una vida tranquila y alejada del foco mediático. El actor residía junto a Betsy Arakawa, pianista clásica con quien contrajo matrimonio en 1991 tras su separación de Fay Maltese, madre de sus tres hijos.
Las últimas imágenes públicas del actor lo mostraban visiblemente más delgado y desmejorado, lo que había generado preocupación entre sus seguidores. La pareja vivía en una comunidad cerrada cerca de Santa Fe, donde disfrutaban de una existencia reservada lejos del bullicio de Hollywood que Hackman protagonizó durante más de cinco décadas de brillante carrera.
El descubrimiento simultáneo de los tres cadáveres ha generado numerosas interrogantes entre los investigadores y el público. Mientras se esperan los resultados de la autopsia y avances en la investigación policial, la industria cinematográfica llora la pérdida de uno de sus más versátiles y talentosos intérpretes, cuyo legado perdurará a través de sus memorables actuaciones en la gran pantalla.
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