En una sesión marcada por el debate, el Senado de la República aprobó en comisiones la reforma a la Ley del Infonavit, que incluye la creación de una empresa filial encargada de construir viviendas sociales. La medida fue avalada con 18 votos a favor, siete en contra y dos abstenciones, y ahora será turnada al Pleno para su discusión definitiva.
La reforma busca transformar al Infonavit en un actor clave para la construcción de vivienda social, con un enfoque en arrendamiento accesible y opción a compra. La nueva empresa filial no será considerada una entidad paraestatal, lo que ha generado críticas de la oposición, ya que quedará fuera del alcance de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Según el dictamen, esta constructora podrá operar bajo derecho mercantil y utilizar recursos del fondo de vivienda de los trabajadores.
Entre los puntos más destacados, se contempla una inversión inicial de 72 mil 366 millones de pesos para 2025, con el objetivo de desarrollar viviendas bien ubicadas y con servicios básicos. Además, se eliminarán direcciones sectoriales sin funciones sustantivas, se regularán los sueldos y se priorizará la mano de obra local para reducir costos.
La oposición, encabezada por senadores del PAN y PRI, calificó la reforma como un «atraco». Ricardo Anaya Cortés, coordinador del PAN en el Senado, señaló que el gobierno tendrá control total sobre el Infonavit, lo que podría poner en riesgo los ahorros de los trabajadores. Por su parte, la senadora priista Claudia Anaya advirtió que esta medida centraliza las decisiones en la Presidencia de la República, incluyendo el nombramiento directo del director general del Instituto.
A pesar de las críticas, legisladores oficialistas defendieron la reforma como un paso hacia una mayor transparencia y justicia social. La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que los ahorros de los trabajadores están protegidos y que esta transformación permitirá garantizar el acceso a vivienda digna para quienes más lo necesitan.
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