La película «Emilia Pérez», dirigida por Jacques Audiard, se ha convertido en el centro de una intensa controversia que contrasta con su éxito internacional. El filme, que ya cosechó el Globo de Oro a Mejor Película de Habla No Inglesa y Mejor Película en Comedia o Musical, además de trece nominaciones al Oscar, ha generado fuertes críticas especialmente entre el público mexicano, a días de su estreno programado para el 23 de enero.
La trama se centra en Rita, interpretada por Zoe Saldaña, una abogada que se ve envuelta en la historia de El Manitas, un líder del narcotráfico mexicano que busca simular su muerte para renacer como Emilia Pérez. Este personaje es interpretado por Karla Sofía Gascón, quien ha recibido una nominación al Oscar en la categoría de «Mejor Actriz».
Una de las principales críticas hacia la producción radica en su falta de autenticidad en la representación de México. La película fue filmada en estudios cercanos a París, intentando recrear escenarios mexicanos sin éxito, según señalan los críticos. Además, el director Jacques Audiard admitió no haber realizado una investigación profunda sobre el narcotráfico y la violencia en México, argumentando que no lo consideró necesario para su visión creativa.
La controversia se intensifica con la escasa presencia de talento mexicano en los roles principales. Adriana Paz es la única actriz mexicana con un papel relevante, mientras que el elenco es encabezado por artistas internacionales. Las declaraciones de la directora de casting, Carla Hool, sobre la supuesta falta de actrices mexicanas convincentes en las audiciones, han avivado aún más la polémica.
El formato musical elegido para abordar temas sensibles como la desaparición forzada y la violencia del narcotráfico ha sido otro punto de crítica. Las canciones, compuestas por Camille, han sido señaladas por tratar superficialmente problemas sociales profundos. Selena Gómez, quien interpreta a Jessi Del Monte, también ha recibido críticas por su acento en español, especialmente después de revelarse que su personaje fue modificado de mexicano a estadounidense para justificar sus limitaciones lingüísticas.
La película presenta además errores factuales en su representación de instituciones mexicanas, mencionando entidades inexistentes o desactualizadas como el «Tribunal del Distrito Federal» y la «Universidad Nacional de México», lo que ha contribuido a profundizar el descontento entre los espectadores mexicanos.
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